Fuera de cualquier comentario, y omitiendo toda posible falsa modestia, a todos nos gusta que reconozcan nuestros logros y capacidades. Como la mina que se sabe rica y que tiene un fotolog, ella adora que le digan lo linda que es, y así una suma y sigue de ejemplos cotidianos.
Debo reconocer que me encanta que me manifiesten reconocimiento, ya sea por mi capacidad como profesional, ya sea por mis logros o por cualquier tontera. Hago incluso un esfuerzo por tener presencia en Internet, ser "famoso" de alguna manera, y en cierta forma lo he conseguido, participando en distintos foros, aportando mi granito de arena a uno que otro proyecto Open Source, o simplemente pelando el cable en este y varios otros blogs.
Hoy me pasó algo de ese estilo, conversabamos con un compañero de trabajo, a quien poco a poco he ido apreciando como amigo (pero mejor no entrar a filosofar en esas materias, pq si no es recíproco seguimos siendo solamente conocidos y compañeros de trabajo), y como decía , conversabamos... de trabajo.
Hablabamos del trato con las personas, y decía que yo me manejo con el cliente, que tengo buen bla bla, y que los dejo contentos sin decirles mucho (en cuanto a contenido se refiere, no a cantidad). Confieso que induje, probablemente de manera inconciente, que la conversación tomara ese curso. Lo que es peor, personalmente no siento que tenga ese grado de manejo, sin embargo sé cuales son mis capacidades, sé que tan bueno soy en lo mio (no saco nada guardando mi vanidad, mi arrogancia, ni mi egolatría, yo SÉ que soy bueno en lo mio) y me encanta vanagloriarme de ello.
Hay riesgos asociados, mientras más alto subo más dolorosa puede ser la caída, pero son este pequeño tipo de homenajes los que, alimentando nuestros egos, debieran además ser los impulsores para que siempre hagamos las cosas como se deben hacer, BIÉN.
Reitero lo que ya he mencionado en otros posts:
Debo reconocer que me encanta que me manifiesten reconocimiento, ya sea por mi capacidad como profesional, ya sea por mis logros o por cualquier tontera. Hago incluso un esfuerzo por tener presencia en Internet, ser "famoso" de alguna manera, y en cierta forma lo he conseguido, participando en distintos foros, aportando mi granito de arena a uno que otro proyecto Open Source, o simplemente pelando el cable en este y varios otros blogs.
Hoy me pasó algo de ese estilo, conversabamos con un compañero de trabajo, a quien poco a poco he ido apreciando como amigo (pero mejor no entrar a filosofar en esas materias, pq si no es recíproco seguimos siendo solamente conocidos y compañeros de trabajo), y como decía , conversabamos... de trabajo.
Hablabamos del trato con las personas, y decía que yo me manejo con el cliente, que tengo buen bla bla, y que los dejo contentos sin decirles mucho (en cuanto a contenido se refiere, no a cantidad). Confieso que induje, probablemente de manera inconciente, que la conversación tomara ese curso. Lo que es peor, personalmente no siento que tenga ese grado de manejo, sin embargo sé cuales son mis capacidades, sé que tan bueno soy en lo mio (no saco nada guardando mi vanidad, mi arrogancia, ni mi egolatría, yo SÉ que soy bueno en lo mio) y me encanta vanagloriarme de ello.
Hay riesgos asociados, mientras más alto subo más dolorosa puede ser la caída, pero son este pequeño tipo de homenajes los que, alimentando nuestros egos, debieran además ser los impulsores para que siempre hagamos las cosas como se deben hacer, BIÉN.
Reitero lo que ya he mencionado en otros posts:
"Para qué ser uno más del montón, si puedo ser el mejor"
¿A ustedes no les pasa lo mismo?
¿A ustedes no les pasa lo mismo?
1 comentario:
Es rico que te reconozcan algo, sobre todo si te sacaste la cresta en hacerlo y te quedó bien. ¡A mi también me gusta!
También es muy cierto que mientras más subes, el dolor a la hora de caer puede ser mayor, pero si uno está seguro de lo que hace, la posibilidad de errar también es proporcional.
Y bueno, siempre he comentado que eres de las pocos ingenieros que se expresan (de muchas formas) con rigurosidad, lo cual habla muy bien de ti. Es algo de espíritu, nada más.
Un abrazo.
Horacio de vuelta.
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