domingo, diciembre 23, 2018

Cambio de trabajo: Un año después


Y bueno, ha pasado un año (en realidad algunos días más) desde que decidí cambiarme de trabajo. Lo típico, el análisis de porque me fui y que ha sido de eso.

El porqué me fui, ya no es misterio, entre la incertidumbre de no saber si el próximo mes iba a haber algún proyecto, entre seguir siendo el ingeniero frontend más caro dentro de la empresa, y seguir haciendo "nada útil",  y ver un "cambio". En estricto rigor fue algo más como un "cambio de aire" que otra cosa, ya que volví a una empresa donde ya había trabajado.

¿Y la promesa? (otra promesa, no las del chiste "fino") Nuevos proyectos, nuevos desarrollos, varias cosas en las que mis especialidades calzan perfectamente.
Y ¿es cierto? Si, claro. Pero al final no se trata de crecimiento profesional, ni de espacios para investigación, ni de un buen computador para trabajar. Tampoco de ser parte de un equipo de excelencia, donde el nivel técnico fuera muy alto; si fuera por eso hubiera seguido picando piedra donde mismo.

Al final se trata de lucas, dinero, chinchin, cash. Si el sueldo es bueno, y las condiciones de trabajo se ajustan al margen que uno está dispuesto a negociar, el espíritu del mercenario despierta. Si tu oferta es buena, no me estás vendiendo humo, y las condiciones son a lo menos comparables a mis condiciones actuales, conversemos. Laboralmente, por feo que se lea el ser tan honesto, todos tenemos un precio, por el cual ningún compromiso laboral, ninguna camiseta de la empresa, ni gorro corporativo, ni elegante uniforme de trabajo, valen el quedarse. Las oportunidades raramente golpean tu puerta 2 veces, y no es y llegar dejarlas pasar de largo.

Pero eso fue mi año laboral, raro, donde mucho sigue igual, mucho debiera haber cambiado para mejor, pero a la larga lo mismo de hace 5 años atrás donde la empresa familiar sigue siendo familiar, y donde el área de desarrollo es un República independiente.

¿Y el año que dejé atrás? Como le mencioné a un ex-compañero, que ya no trabaja ahí, la torre de Yenga se derrumba. Por lo que alcancé a ver antes de decidir terminar el contacto con ese grupo al que tanto cariño le tuve, han sabido sobrevivir. Pero en un año y al menos 3 personas menos en ese equipo, me queda claro que allá más arriba, no aprendieron nada. Las tropas siempre inquietas, y sobretodo disconformes por no saber que pasa en el Olimpo. Si claro, el Olimpo maneja las cosas entre Dioses, pero nosotros los pobres mortales que a la larga nos encargamos de "parar la olla" como dice nuestro lider técnico (cof cof wannabee), tenemos que al menos saber si los Dioses exigen un sacrificio.

Eso sumado a quienes constantemente dicen que quieren emprender un nuevo camino profesional. Las tropas están inquietas, y a los buenos soldados hay que cuidarlos; eso no debiera ser difícil de entender, aprender y asimilar.

¿Fue una buena decisión? Siempre es buena decisión moverse, ojalá no demasiado seguido para que los psicólogos laborales no empiecen a inventarse una lectura entre líneas. Siempre es bueno si ese movimiento te permite una reinvención financiera, digamos pasar de excavador sepulturero a caminante blanco.

Mi consejo (no solicitado, por cierto) para sus propios años laborales: Hagan lo que consideren mejor para ustedes. Si creen que quedándose donde están estan mejor, quédense. Si creen que necesitan aceptar esa oferta de Tesla, váyanse. Si creen que merecen descansar unas cuantas jornadas, HÁGANLO. Pero OJO, nunca dije que lo mejor para ustedes sea lo correcto, a veces eso también hay que saber transarlo (aunque hay cosas que no se transan).
Vean la proyección a futuro de las ofertas que se les presentan, a veces la genial y súper cachilupi startup con sala de juegos es una empresa donde respiras el perfume de la fecha de expiración; o donde todo es muy bonito, cultura de empresa, metodologías, pero te casas con el sueldo que pediste (y con tu cargo, y con el computador que te pasan).

Cuando los quieran retener con el clásico discurso de "Te igualo el sueldo que te ofrecen, pero quédate" simplemente cuestiónense porque no les subieron el sueldo cuando  lo pidieron y les ofrecen subirlo ahora que se van. Estadísticamente, si aceptan esa oferta y se quedaran, al final igual terminan lléndose.

Y después de este desborde de honestidad, probablemente Bobba Fett sea un candidato más atractivo que yo para ciertas empresas.