Hace unos minutos pensaba en escribir sobre la sensación de deseventaja de ser el único no fumador sentado en las bancas del terminal de buses. Ahora escribo sobre lo mismo, pero sobre la pequeña victoria de mi sinceridad contra el cigarrillo.
Se sienta a mi lado un desconocido:
Desconocido: "¿Te importa que fume?" (ya con una cajetilla en la mano y dispuesto a sacar un cigarrillo)
Yo: "Mira..." (con la mejor cara de "¿Qué quieres que te diga?")
Yo: "... la verdad es que..."
Desconocido: "No te preocupes, respeto todas las posturas"
Innecesariamente le pedí disculpas, mientras él se dirigía a un espacio menos concurrido. Y así disfruto del aire un poco menos contaminado.
Me hubiera gustado que el resto de los fumadores fueran tan respetuosos como este fumador anónimo. Interesante propuesta para quienes disfrutan del tabaco ¿no creen?
Imagen: Absolutamente de mi autoría. Siéntanse libres de utilizarla para poleras, afiches, stickers y chapitas. Yo pretendo iniciar mi silenciosa campaña. Amigos fumadores, no me odien por esto :) .
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