Estos días me ha tocado trabajar desde la casa, simplemente porque en la oficina están haciendo unas reparaciones que inhabilitan las rutas de tránsito regular, y recién me dí cuenta que tengo una obsesión por los audífonos.
Los de concepto in-ear siempre fueron algo qeu me llamó la atención, pero con sueldo de colegial nunca pude comprar nada "decente". A lo más esos tipo "audífono de aerolínea", que suenan mal, son de pésima construcción, en realidad no les puede pedir más.
De esos tiempos tengo unos General Electric formato estándar, con una gamuza verde amarrada con cordel en vez de la típica esponja, y unos Panasonic RP-HT222 tipo DJ, que me regaló una ex. Los Panasonic los tengo por un tema que el hardware (no los parlantes de los audífonos) es bastante decente, y el cable es largo. Esos sufrieron una reparación y les tuve que cambiar uno de los parlantes por otros de otros audífonos (marca olvidada), y los pegué con cola fría (maestro chasquilla al extremo). Los Panasonic venían con el convertidor para entradas de 6.3, de hecho ese convertidos lo guardo como hueso sacro.
Después me compré un reproductor de CDs de MP3 y por ahí tengo los audífonos que venían con el dispositivo. marca Patito, de los que murió el cable y lo cambié por uno más grueso. Y las esponjas fueron cambiadas por algodón cubierto por unas orejeras de terciopelo que me hizo mi madre.
Por un tema de necesidad (me estaba engrupiendo a unas minas por teléfono) me compré un modem con voice (oigan, eso era gracia en ese entonces) marca Patito, y unos audífonos con micrófono marca "Comep" (marca Patito encubierta). Como el ajo los audífonos, de hecho los reparé hoy con la gotita y un poco de huincha aisladora.
Después me compré un reproductor de MP3 Lexar y ese venía con unos audífonos filete, unos Sensheiser MX-400.
Después nuevamente por necesidad me compré unos Genius con micrófono. bastante más decentes que los COMEP y plegables.
Tiempo después me compre unos Sony, que las grandes gracias que tienen son que el cordón está cubierto de una malla tipo tela, y vienen con un cable de extensión. Esos los tengo en la oficina. Son ricos, pero el sistema de fijación a la larga es un poco incómodo.
En un viaje a Buenos Aires compré en la tienda Musimundo mis primeros audífonos in-ear in-ear, unos jWin blancos con control de volúmen. No son malos, imán de neodimio, buenas frecuencias de salida, pero el cable es duro y se quiebra. Creo que pronto les haré una cirugía mayor, ya tienen una re-soldada en la unión en Y.
Por una cosa de oportunidad compŕe unos Plantronics 590A a precio de huevo. El problema es que estos audífonos vienen con una falla de diseño, donde las uniones son demasiado frágiles. Así que los mios tienen un precioso arreglo con masilla mágica y huincha aisladora.
Y recientemente mi 'ñora, después que la webié un kilo, me regaló unos Philips SHN2500 Noise Canceling. El dispositivo de boost de sonido abulta, pero efectivamente uno no escucha nada de nada del mundo exterior con esos audífonos puestos. Valen lo que cuestan, altamente recomendados.
Lo entretenido de esto es que tengo todos los audífonos mencionados, incluso las osamentas de algunos que fueron donados a la ciencia y a las reparaciones.
Original en Cronicas de La Isla
Los de concepto in-ear siempre fueron algo qeu me llamó la atención, pero con sueldo de colegial nunca pude comprar nada "decente". A lo más esos tipo "audífono de aerolínea", que suenan mal, son de pésima construcción, en realidad no les puede pedir más.
De esos tiempos tengo unos General Electric formato estándar, con una gamuza verde amarrada con cordel en vez de la típica esponja, y unos Panasonic RP-HT222 tipo DJ, que me regaló una ex. Los Panasonic los tengo por un tema que el hardware (no los parlantes de los audífonos) es bastante decente, y el cable es largo. Esos sufrieron una reparación y les tuve que cambiar uno de los parlantes por otros de otros audífonos (marca olvidada), y los pegué con cola fría (maestro chasquilla al extremo). Los Panasonic venían con el convertidor para entradas de 6.3, de hecho ese convertidos lo guardo como hueso sacro.
Después me compré un reproductor de CDs de MP3 y por ahí tengo los audífonos que venían con el dispositivo. marca Patito, de los que murió el cable y lo cambié por uno más grueso. Y las esponjas fueron cambiadas por algodón cubierto por unas orejeras de terciopelo que me hizo mi madre.
Por un tema de necesidad (me estaba engrupiendo a unas minas por teléfono) me compré un modem con voice (oigan, eso era gracia en ese entonces) marca Patito, y unos audífonos con micrófono marca "Comep" (marca Patito encubierta). Como el ajo los audífonos, de hecho los reparé hoy con la gotita y un poco de huincha aisladora.
Después me compré un reproductor de MP3 Lexar y ese venía con unos audífonos filete, unos Sensheiser MX-400.
Después nuevamente por necesidad me compré unos Genius con micrófono. bastante más decentes que los COMEP y plegables.
Tiempo después me compre unos Sony, que las grandes gracias que tienen son que el cordón está cubierto de una malla tipo tela, y vienen con un cable de extensión. Esos los tengo en la oficina. Son ricos, pero el sistema de fijación a la larga es un poco incómodo.
En un viaje a Buenos Aires compré en la tienda Musimundo mis primeros audífonos in-ear in-ear, unos jWin blancos con control de volúmen. No son malos, imán de neodimio, buenas frecuencias de salida, pero el cable es duro y se quiebra. Creo que pronto les haré una cirugía mayor, ya tienen una re-soldada en la unión en Y.
Por una cosa de oportunidad compŕe unos Plantronics 590A a precio de huevo. El problema es que estos audífonos vienen con una falla de diseño, donde las uniones son demasiado frágiles. Así que los mios tienen un precioso arreglo con masilla mágica y huincha aisladora.
Después de mi descubrimiento de Deal Extreme, uno de mis primero encargos adivinen que fue. Efectivamente, un par de audífonos "designer style", unas viles copias de fuertemente inspirados en los Bose in ear. La misma falla de diseño de los originales, que en realidad no aisla adecuadamente el sonido, acompañada de una pésima calidad de los parlantes. Cero bajos, exceso de agudos, pésima definición. Por el precio salvan, y sería (no los compren).
Y recientemente mi 'ñora, después que la webié un kilo, me regaló unos Philips SHN2500 Noise Canceling. El dispositivo de boost de sonido abulta, pero efectivamente uno no escucha nada de nada del mundo exterior con esos audífonos puestos. Valen lo que cuestan, altamente recomendados.
Lo entretenido de esto es que tengo todos los audífonos mencionados, incluso las osamentas de algunos que fueron donados a la ciencia y a las reparaciones.
Original en Cronicas de La Isla
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