Hace ¿cuánto? ... 2016-1977... 39 años nací un 5 de abril. Hace casi 2 siglos (1818) se luchó la batalla decisiva para la independencia de Chile. El año pasado celebrando mi cumpleaños número 38, mi media hermana me avisa que mi padre falleció.
Se convirtió en una fecha "complicada", al menos para todos los terceros cercanos que me rodean, mi cumpleaños ya no pasa desapercibido en ese círculo. Pero ¿qué siento yo? Como dijo mi esposa, hay 2 maneras de enfrentar el 5 de abril, como la celebración de mi cumpleaños, o como la conmemoración de la muerte de mi padre. Obviamente no puedo hacer caso omiso a lo segundo, mi padre fue el responsable del 50% de que yo esté vivo aquí, hoy, escribiendo sobre esto, pero ¿voy a llorar su muerte ese día? Quizás si, en silencio, solo, tranquilo, sin presiones familiares, de amigos, morales o religiosas, SOLO. Quizás no, y aquí es donde todos cuyas opiniones me importan un carajo, me van a recriminar. Es un tema personal.
Siempre voy a agradecer el apoyo que de una u otra manera me dieron mis familiares, y mis amigos (reales y virtuales), fue un golpe inesperado, y los audífonos AKG K240 de 600 ohms, que gané ese día en un remate también me lo recuerdan. Pero el mundo no dejó de girar. Cómo les dije a mis compañeros de oficina (y para esta ocasión si recuerdo lo que dije) "Quizás me voy a acordar, y seguramente me va a dar pena y me voy a quebrar, pero hay que seguir adelante." La muerte no es el paso trágico que los vivos nos empeñamos en sufrir, es un descanso para quienes ya cumplieron con lo que tenían que hacer. Las culturas no occidentales lo saben mucho mejor que nosotros.
Cuando me llegue la hora y yo muera, quiero un funeral vikingo, obviamente por la sangre vikinga en mis venas. No se como van a resolver eso de el barco con las espadas y disparar una flecha encendida para cremarme en mi camino a Valhalla mientras el barco flota, pero eso no va a ser mi problema.
Preocúpense que yo esté bien, denme su cariño, recibo abrazos, cervezas, accesorios para la bicicleta, cualquier cosa de StarWars, pero no me vengan con palabras lastimeras con olor a "Ayudándote a sentir", ninguno tiene idea de como me sentí, con la salvedad de la comprensión de quienes han sufrido la pérdida de un ser querido, pero no más que su comprensión.
La vida sigue, ¡es de los vivos!, y debemos vivirla, sin pena, sin culpa, sin miedos, sin rencores. ¡LA VIDA SIGUE! y yo no tengo ninguna intención de no celebrar mi cumpleaños.
El 5 de abril se celebra un año más de mi nacimiento. Mi padre tendrá un vaso de licor servido en su nombre y un salud en su memoria, y en la memoria de todos quienes no están con nosotros.
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