domingo, septiembre 21, 2014

¿Qué tan frágil es tu organización?

Hace aproximadamente un mes atrás conversaba con mi ahora ex-jefe sobre que tan frágil es una organización. Básicamente porque mi rol en la empresa tenía cada vez más responsabilidades, y en caso de irme reemplazarme no sería tan sencillo. Hoy estoy trabajando en otra empresa, y créanme que la últimas semanas en mi antiguo trabajo fueron intensas.

Un artículo atrás hablaba del costo de la especialización, y la importancia de poder desempeñarse como un profesional versátil (busquen por fullstack developer para más referencias al respecto).
Si bien es cierto un fullstack developer resulta muy valioso para la organización, es también un riesgo, tan grande como su valor como profesional, puesto que inevitablemente habrá muchas tareas que le serán confiadas. Muchas veces, por no decir la mayoría, este tipo de profesional será el único quien se puede hacer cargo de muchas de las ya mencionadas tareas, o bien será el único que las puede resolver de manera rápida y eficiente.

Cuando se dió esta conversación con mi antiguo jefe, me señaló que si yo me iba, le sería muy difícil encontrar a alguien que pudiera cubrir mi posición. Similarmente si se iba otro compañero que se ha involucrado más en actividades de gestión que de desarrollo, la empresa se tambalea.
Paradojalmente unas semanas después recibí una oferta de aquellas que no esperas que se repitan, y la acepté. Es complejo ver como la empresa en la que has trabajado tiene que empezar a considerar el plan B para todas las actividades en las que estabas involucrado.

¿Ustedes tiene un plan B en caso de?

¿Qué tan frágil es tu organización?

Habitualmente se dice que una organización es tan fuerte como su eslabón más débil, pero ¿qué tan frágil es?
La fragilidad de una organización, empresa, e incluso emprendimientos ligados al desarrollo viene dada por cuántos son los soportes que sostienen las actividades clave/sensibles/de vital importancia, y cuanto es el riesgo que se debe asumir si alguno de estos pilares ya no está en el equipo.

Por ejemplo: Un emprendimiento cuyo norte es entregar un producto de software no debiera depender de una sola persona para hacerse cargo del desarrollo (o de la parte TI si quieren ampliar el concepto). Si esta persona decidiera no seguir, si no hay como reemplazar sus experticias, es probable que tengan que replantear el emprendimiento en si.

Si miramos a las empresas como el juego de la Yenga, la fragilidad podría verse como  cuantos palitos puedes sacar antes que la torre de derrumbe. Mejor aún, dependerá además de que tan abajo o arriba estén los palitos que sacas (obviando el hecho que una torre no representa precisamente una pirámide organizacional).

Y claramente hay muchísimos otros factores que influyen.

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