Entonces decidí no contestar el celular. Resultado: CAOS.
Y espérense el resultado de explicar mi decisión de incomunicación voluntaria, CAOS³
Entonces decidí eliminar la explicación y comentarios afines, de manera de ser consuecuente con mi decisión inicial, así nadie pregunta, así nadie comenta, así no respondo, así no hay "daño colateral" (muertos, heridos o insultados en la zona de fuego).
Hace 10 años atrás yo no tenía celular, y estaba lejos más tranquilo, o menos inquieto. Era una cosa menos de la que preocuparme:
- Que esté cargado
- Que tenga saldo
- Que no me lo vayan a robar
- Que esté en silencio
- Que tengo que responderlo
Empiezo a evaluar desaparecer incluso de la red de mensajería instantánea y correos (eso es más difícil). En mi caso la soledad, y más puntualmente la incomunicación favorece mi tranquilidad, cada día más escasa.
¿Qué pierdo? En realidad subjetivamente no es tanto.
¿Qué gano? Supuestamente tranquilidad, pero empiezo a dudar de ello.
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