miércoles, enero 17, 2018

La necesaria mirada hacia adentro de la propia organización

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Mañana se cumple exactamente un mes desde que dejé mi antiguo trabajo. Por esas cosas del destino ahora estoy en una empresa que ya conocí, sacando cuentas he vuelto después de 5 años.
No puedo negar que ahora me siento bastante más cómodo, la dinámica de trabajar por proyectos versus trabajar en torno a un producto que está posicionado en el mercado hace más de 20 años es muy diferente. Proporcionalmente hablamos de una empresa con un área de desarrollo mucho más pequeña, por ende mucho más especializada, contra una empresa que es derechamente de desarrollo, donde el área encargada es bastante más grande, y consecuentemente más heterogénea. Pero no quiero referirme a eso, sino a una reflexión que tuve antes de cambiarme de trabajo.

Desde el punto de vista de la empresa, ahora se fue uno (en rigor hace un mes), un recurso menos, un elemento reemplazable, con más o menos dificultad, pero siempre reemplazable. La pregunta a hacerse desde dentro es ¿porqué? ¿qué pasa en MI organización, que la gente piensa en irse a otra empresa?
El que tan indispensables somos depende de las estrategias de cada empresa. Si cada desarrollador es "dueño y señor" de los desarrollos que se le encomiendan, y si no existe un equipo de más de un solo hombre (o mujer) encargado, entonces se vuelve más complicado reemplazar a alguien que se va. Pero ¿porqué se va la gente?

¿Mejores condiciones? ¿salarios más atractivos? ¿mejores proyectos? ¿mayor proyección profesional?
A mi parecer, y un poco lo que personalmente me motivó, es una mezcla de factores, donde claramente el salario fue el 1er elemento a considerar, pero no el único.
Cuando día tras día la rutina de ir a trabajar se empieza a volver tortuosa por la percepción de una falta generalizada de voluntad por hacer cosas, y cuando empiezas a darte cuenta de una inusual venta de humo, de la que alguien (probablemente uno) tendrá que hacerse cargo, con requerimientos imposibles y en plazos irreales, entonces hay algo que dispara todas las alertas en tu interior. Si a eso sumas que la organización difícilmente ajustaría las condiciones y el equipo conforme a estos nuevos "desafíos", o simplemente ves que  te estás condenando profesionalmente a "seguir picando piedras", las señales no pueden ser más claras.

Entonces desde dentro probablemente van a ver todo bonito y tu partida será injustificada. Aquí es donde es importante no perder la objetividad.
¿Qué está pasando en MI organización? Si tu administración es desde el desconocimiento, entonces puedes esperar que muchos se vayan y no vas a entender porqué. La mirada hacia adentro debe ser crítica y siempre objetiva. No es pecado ni mal visto bajar del Olimpo a ver que pasa en la Tierra.

Las tropas no se mueven si no hay un liderazgo claro, pero tampoco dejan los puestos de batalla por nada.
Nota: Este artículo probablemente se lea como una contradicción (en algún grado) a este otro artículo . Si y no. Como mencionaba más arriba, las condiciones (entorno) pueden ser  muy buenas y atractivas, incluso mejores que las de cualquier otra empresa, y seguramente es eso lo que va a ver un jefe. Pero la informática es dinámica, y no se alimenta sólo de juguetes, vestimenta informal, pizza, café, golosinas y bebidas energéticas. El problema esencial es cuando el líder no se da cuenta (o no quiere darse cuenta) que las tropas están inquietas, ya sea por ese constante picar piedra o simplemente por la incertidumbre frente al futuro; y frente a eso por muy buenas que sean las condiciones del entorno la gente se va a ir.

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